El concierto del sábado en sala REM fue bastante divertido, como nos tienen ya acostumbrados. Música con multitud de matices, componentes cambiando de posición en el escenario y ese toque de música disco que siempre se agradece un sábado por la noche.
Resaltar también la actuación del grupo que abría la velada, Compro Oro, un grupo del que no sabíamos demasiado y que sorprendió con su energía y con su puesta en escena, contando tan sólo con un guitarra, un batería y un percusionista multifuncional al que le gusta tocar el pito.
En definitiva, energía, buen rollo, diversión y música que se sale de lo establecido pero que lo peta.
Crónica y fotografías: Juan Pedro Esteban
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